Magnolia

"No dejes que nadie te diga que no tienes que arrepentirte de nada. No los dejes . ¡No! Te arrepientes de la mierda que te dé la gana. Úsalo. Úsalo. Usa ese remordimiento para lo que te dé la gana, de la forma que quieras. Lo puedes usar. Oh Dios mío, es un camino largo y sin meta, una pequeña historia final. Digo...amor, amor, amor. Esta jodida vida...Oh, es jodidamente difícil. Es tan larga. La vida no es corta, es larga. Es larga maldita sea."

domingo, 1 de marzo de 2015

KINGSMAN: SERVICIO SECRETO
Dirección: Matthew Vaughn
Reparto: Colin Firth, Taron Egerton, Mark Strong, Samuel L. Jackson, Mark Hamill, Michael Caine, Jack Davenport, Sofia Boutella, Sophie Cookson.

En los últimos años, Matthew Vaughn se ha caracterizado por tener una filosofía determinada con respecto a la realización cinematográfica: Todo debe estar al servicio de la espectacularidad, aunque esto sea ridículo, de mal gusto o tan hilarante que no se pueda tomar en serio. "Kingsman" es, ante todo, una película que no se puede tomar en serio, pero si se pasa por ese aro, y uno se hace a la idea de que lo que va a ver son un montón de tontadas sin sentido, muy posiblemente pasará un muy, muy buen rato.

Desde el estreno de "El Caso Bourne" en 2002, el mundo del cine de espías ha dado un giro de 180 grados. Ya sea en la franquicia de 007 iniciada por Daniel Craig, que nos muestra a un Bond más realista que no siempre va con el traje inmaculado, o  más alejado del cine de espionaje, con la oscuridad psicológica creciente que sume al mundo de los superhéroes DC. El caso es que ya no hay hueco para las chicas en bikini y bolígrafos explosivos, en incluso las películas que siguen manteniendo los gadgets de los 80 (Misión Imposible) han experimentado un aumento en el realismo de sus escenas de acción.

"Kingsman" juega en otra liga. Es el equivalente a las películas de Roger Moore, con su porte inglés, su desparpajo sexual, y su mastodóntica chulería que le sacaba de cualquier apuro. La película es el ejemplo perfecto de que es lo que le hubiese pasado al cine de espionaje si hubiese optado por seguir con el mismo enfoque que en los 80. Sin entrar en valoraciones positivas ni negativas sobre el film, hay algo que es indudable, "Kingsman" funciona a un ritmo trepidante, a golpe de gag, con unas escenas de acción inmaculadamente realizadas. Te divierte, te sorprende y te hace olvidarte de lo poco verosímil que es para que solo te quedes con el disfrute de su visionado.

Una película "Badass", que comienza a golpe de "Money For Nothing" de los Dire Straits, y prosigue su metraje acompañado de una banda sonora hecha para fliparse de lo lindo, mezclando El dustep, clásicos del rock y una banda sonora efectista impecable. Una película que al igual que la anterior de Vaughn, "Kick-Ass" conseguirá meterte de lleno en un sub-mundo donde habitan los personajes más característicos que te puedas imaginar, desde un Samuel L. Jackson incapaz de pronunciar la "s", una asesina con piernas ortopédicas con cuchillas, una princesa noruega con debilidad por el sexo anal, o toda una agencia de espionaje británico que emula al mito artúrico y a su mesa redonda.

Vaughn consigue de una forma macarra que el espectador se evada por completo y se olvide del realismo. Mucho ojo al joven talento que es Taron Egerton, no sería la primera vez que Vaughn acierta al elegir un joven y desconocido protagonista (Aaron Taylor-Johnson)."Kingsman" funciona a nivel de comedia y a nivel de película de acción, y resulta ser la película idónea para el público adolescente que quiera pasar un buen rato. Pero al igual que la gran mayoría de películas del género, la fuerza de la película se estanca en el momento en el que el público no se ríe ni contempla una escena de acción. No obstante, la película es un producto formidable si lo que se quiere ver es algo intrascendental, algo que no haga pensar, sino que simplemente entretenga y funcione. Y no nos olvidemos que este tipo de cine también viene bien de vez en cuando.

En definitiva, "Kingsman" cumple todos los requisitos para ser una película de entretenimiento puro y duro perfecta, que tampoco intentará ir de trascendental, sino que se limitará a hacerte pasar un buen rato y lo conseguirá con creces. Una Oda al cine simple y efectista en contraposición a la estética "Noir" que últimamente inunda todo el cine de acción. Si bien es verdad que la meta que se ha propuesto la alcanza con creces, no podemos decir que la dificultad de alcanzar esa meta sea muy elevada. Eso si, Colin Firth es una delicia.

Nota: 6/10

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