Magnolia

"No dejes que nadie te diga que no tienes que arrepentirte de nada. No los dejes . ¡No! Te arrepientes de la mierda que te dé la gana. Úsalo. Úsalo. Usa ese remordimiento para lo que te dé la gana, de la forma que quieras. Lo puedes usar. Oh Dios mío, es un camino largo y sin meta, una pequeña historia final. Digo...amor, amor, amor. Esta jodida vida...Oh, es jodidamente difícil. Es tan larga. La vida no es corta, es larga. Es larga maldita sea."

sábado, 28 de marzo de 2015

EL AÑO MÁS VIOLENTO
Dirección: J.C. Chandor
Reparto: Oscar Isaacs, Jessica Chastain, David Oyelowo, Albert Brooks, Ashley Williams, Glenn Flesher, Ben Rosenfield, Alessandro Nivola.

A lo largo de su breve carrera, J.C. Chandor ha demostrado un talento innato para rodar películas. Primero consiguió que el público se tragase una película tan compleja y técnica como “Margin Call” sin pestañear, y más tarde realzó un proyecto que apuntaba a ser soporífero a priori, esa sencilla, íntima y muy bien llevaba “Todo está perdido” con Robert Redford. Resulta difícil imaginar 2 películas tan opuestas y a la vez  bien llevadas por el mismo director. Ahora Chandor firma su tercera película, y es complaciente averiguar que ya no tiene intención de llegar a todo el mundo,  que se ha decantado por un estilo mucho más sutil, sin florituras ni dramas imposibles, y que en definitiva, no solo ha realizado su mejor película, sino que ha logrado una de las mejores películas del año.

A la hora de visionar “El Año Más Violento”, hay que tener en cuenta que es una historia de mafias, pero que no necesariamente bebe de la fuente de Coppola, Scorsese y esa manera abierta y rockanrollera de contar las cosas. Tiene más de “Camino a la Perdición” de Sam Mendes o incluso de “Promesas del Este” de David Cronemberg. Ese estilo que se niega categóricamente a dejar que la violencia se vuelva algo natural y manido en la narración, sino que se la reserva para momentos determinados, y donde no hay sitio la para la broma tarantiniana que tanto gusta a los adolescentes que corren a escribirse la frase ingeniosa de turno en el Twitter o en el cuaderno de matemáticas.

El guión de la película presenta una absoluta falta de intención de crear ninguna reacción forzosa en el espectador. Es precisamente esa falta de provocación, ese interés nulo en esperar un feedback determinado en el público cuando se dice algo o se muestra algo, lo que hace que el guión deambule en un registro muy natural, huyendo de las florituras y el artificio machacón. En vez de soltarte la información a la cara, la película te la esconde y la va dejando gotear de una forma sutil, creando un aura de misterio y desconcierto. En otras palabras, un guión que no necesariamente habla de la trama, sino de cómo los personajes afrontan lo que les ocurre. Algo en mi opinión mucho más interesante.

La actuación de la pareja Isaacs – Chastain es sublime. Ambos han llegado a la cima de su carrera con una ristra de sublimes personajes. En el caso de Isaacs en “Drive”, “A Propósito de Llewin Davis” y “Ex Machina”. Y en el caso de Chastain “El Árbol de la vida, “La Noche Más Oscura” y “Criadas y Señoras”.  Ambos consiguen interpretar a personajes de gran potencia sin por ello tener que explotar en ninguna escena, sino transmitiendo con una mirada o con un gesto, hasta el punto de que no acabas de pillar al personaje de Isaacs y su concepción del mundo violento hasta que ves esa última mirada que le echa al tanque agujereado.

La película está cargada de pequeños detalles, pequeñas situaciones que si se presta atención dicen mucho de los personajes. Lo que hace que en definitiva “El año más violento” sea la película más interesante que se ha hecho sobre mafias (Con el permiso de “Gomorra”) en los últimos años.  Una película que ha sabido tratar el tema con un realismo y concisión encomiables. Que no ha dejado que el glamour relacionado con el mundo del lujo y la abundancia del ricachón criminal suavice ni haga oda a la violencia, a pesar de que vistan de Armani. Lo que hace que uno pueda realmente ponerse en el lugar del prota, cuestionarse lo que él se cuestiona, y que no contemple al mafioso como ese estereotipado individuo que fuma, bebe y tiene un aplomo de hierro a la hora de vaciarle un cargador en el pecho a alguien, sino como una persona más del montón que se decanta por un modelo determinado de negocio, cuestionable, si, pero al fin y al cabo un negocio. "El Año Más Violento" nos cuenta que no todos los mafiosos tienen una pistola en el bolsillo, porque en realidad, no les hace falta.

Nota: 8/10

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