Magnolia

"No dejes que nadie te diga que no tienes que arrepentirte de nada. No los dejes . ¡No! Te arrepientes de la mierda que te dé la gana. Úsalo. Úsalo. Usa ese remordimiento para lo que te dé la gana, de la forma que quieras. Lo puedes usar. Oh Dios mío, es un camino largo y sin meta, una pequeña historia final. Digo...amor, amor, amor. Esta jodida vida...Oh, es jodidamente difícil. Es tan larga. La vida no es corta, es larga. Es larga maldita sea."

jueves, 5 de marzo de 2015

EX MACHINA
Dirección: Alex Garland
Reparto: Domnhall Gleeson, Alicia Vikander, Oscar Isaacs, Sonoya Mizuno.

Como siempre he dicho y todavía mantengo, la ciencia ficción, entendido como el género independiente, es en sí una gran mentira totalmente vacía de contenido. En este tipo de películas, lo importante no son las licencias que se presentan, sino la exploración de las ideas que esas licencias permiten. En otras palabras, la ciencia ficción, entendida como aquel género donde las naves espaciales se disparan entre ellas es un fraude, más próximo al cine de acción que al verdadero meollo del asunto.

Sin embargo, y sobre todo a raíz del estreno de la serie británica “Black Mirror”, no es insólito encontrar de vez en cuando películas que ahondan en el tema de la moral, del engaño y las relaciones sociales por medio de las licencias que el género ofrece. Estas películas donde no veremos rayos láser ni naves espaciales, sino que decidirán centrarse en aspectos mucho más interesantes y trascendentales. Que no reducirán la historia a un montón de pirotecnia visual al estilo de James Cameron con sus bichos azules y sus culturistas robots. Y me alegra anunciar que “Ex Machina” entra en la definición de una de estas nuevas películas.

Alex Garland, que hasta ahora solo había sido conocido como escritor de películas de Danny Boyle como “28 Días Después”, “Sunshine” o “La Playa”, dirige este filme al mando de un reparto muy reducido.  Domnhall Gleeson (Que no sin razón ya había participado en la serie “Black Mirror”) y Oscar Isaacs realizan un complejo duelo interpretativo que nos sirve de adelanto a la película que compartirán a final de año (Star Wars: El Despertar de la Fuerza), aunque el verdadero prodigio interpretativo de esta película es Alicia Vikander. Esta joven actriz sueca, a la que ya hemos visto en “Anna Karenina” de Joe Wright, “Un Asunto Real” de Nicolak Arcel o “El Quinto Poder” de Bill Condom. Vikander realiza el mejor papel de su corta carrera dando vida al androide inteligente Ava, haciendo gala de una compleja gama de movimientos mecanizados y expresiones faciales calculadas que dan el pego totalmente.

La película hace gala de un diseño minimalista y refinado dentro de un espacio narrativo muy reducido, una especie de oficinas Apple en mitad de un bosque donde los 3 personajes principales de la historia lucharán por la supervivencia desde el minuto uno. Todo lo que Garland necesita para provocar un drama de tal calibre son 3 personajes, 2 habitaciones y mucha información que pasa de puntillas delante del espectador sin ser detectada.

La calidad de la película viene marcada por el nivel de agobio y malrollismo que esta consigue transmitir, que es mucho.  La banda sonora esta siempre al servicio del metraje y no tiene inconveniente en mezclar las melodías naif similares al politono de Iphone con sonidos chirriantes que se comen el sonido causando la demencia del espectador. Mediante el horror del vacío, el aislamiento y efectos lumínicos simples, Garland consigue generar una situación similar a la de “Drácula”. Donde un joven entusiasta se ve obligado a pertenecer bajo el techo de un magnate de siniestras y excéntricas ideas debatiéndose sus propias convicciones y planeando el modo de abandonar un lugar que parece más una prisión que otra cosa.

“Ex Machina” es comedida y sutil en todos sus aspectos, dese los diálogos hasta sus escenas de tensión. Su fuerza reside en lo que se oculta y no en lo que se muestra.  Y es precisamente esa falta de pretensión de mostrar la espectacularidad y la magia del ordenador lo que le hace no ser una película más. Ya puestos a mostrar androides, también se podrían haber sacado del armario toda una gama de artefactos futuristas molones con sus consiguientes explosiones, pero “Ex Machina” no iba a eso. Es una película de ciencia ficción orientada a mostrar el drama humano, a explorar las licencias que un hipotético avance teórico haría, no solo a la humanidad en su conjunto, sino a una persona individualmente. En definitiva un nuevo modelo de ciencia ficción que espero se mantenga durante muchos años.

Nota: 7/10

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