Magnolia

"No dejes que nadie te diga que no tienes que arrepentirte de nada. No los dejes . ¡No! Te arrepientes de la mierda que te dé la gana. Úsalo. Úsalo. Usa ese remordimiento para lo que te dé la gana, de la forma que quieras. Lo puedes usar. Oh Dios mío, es un camino largo y sin meta, una pequeña historia final. Digo...amor, amor, amor. Esta jodida vida...Oh, es jodidamente difícil. Es tan larga. La vida no es corta, es larga. Es larga maldita sea."

lunes, 9 de marzo de 2015

MAPS TO THE STARS
Dirección: David Cronemberg
Reparto: Julianne Moore, Mia Wasikowska, John Cusack, Olivia Williams, Robert Pattinson, Sara Gadon, Evan Bird.

Cuando a uno le dicen que Cronemberg estrena película, no puede evitar sentir cierta desconfianza hacia lo que va a ver. Aunque durante los últimos años el director canadiense se haya moderado, y haya dotado a sus historias de una línea argumental comprensible ("Un método peligroso", "Una Historia de Violencia", "Promesas del Este") no hay que olvidar que es el mismo director que hasta principios de nuevo siglo se caracterizó por un estilo cinematográfico algo repugnante. Escarabajos que en realidad son máquinas de escribir, un hombre mutado en mosca, armas de fuego de huesos, una vagina en el abdomen de un adicto a la violencia televisiva, etc... Son solo algunos de los muchos ejemplos de los que Cronemberg se valió para mostrar de la manera más cruda y visceral sus  proféticos mensajes de "La nueva carne" Ese nuevo horror contemporáneo donde parecía que no se podía causar sobresaltos sin que un montón de viscerilla salpicase a la pantalla.

Detrás de toda esa parafernalia viscosa y repugnante, Cronemberg planteaba ideas de esas que te revuelven las tripas, y me alegro de decir que el director ha conseguido a lo largo de los últimos años transmitir esas ideas sin necesidad de las tripas colgantes que tanto le caracterizaban. Lo cual no es solo un paso adelante en su carrera, sino que también es un cambio interesante, sobre como impactar más psicológicamente que visualmente.

¿Qué podemos ver en "Maps to the Stars"? La degenerante vida de la burguesía del siglo XXI, el Hollywwod moderno desde el particular punto de vista de este incisivo e inquisidor director. Por medio de unos personajes que desafían al realidad pero siempre manteniéndose en el redil de lo creíble. Julianne Moore hace uno de los mejores papeles de su carrera, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados. En esta ocasión nos muestra una vez más sus increíbles registros para interpretar a mujeres bajo gran presión. El resto del reparto es correcto, y cabe mención especial para Robert Pattinson, que una vez que se ha librado de ese tumor maligno llamado "Crepúsculo" no deja de sorprender mostrando en pequeñas dosis su innegable talento para la interpretación.

Si bien en las actuaciones la película es más que correcta, el estilo narrativo utilizado se ha puesto tan al servicio de las interpretaciones que ha dejado un vacio en el ritmo del filme. De este modo, prácticamente todas las situaciones se resuelven con un simple plano contra plano, la cámara permanecerá quieta e impasible en planos cerrados de las caras de los personajes. Un estilo que Cronemberg ya mostró en su anterior trabajo "Cosmópolis", también con Pattison, donde la cámara prácticamente no salía de la limusina donde acontecía la mayor parte de la película. Se trata de un estilo que sirve para dar potencia a las actuaciones, pero que hace que la película caiga al espectador como una pesada losa de piedra al fondo de una piscina.  Es contundente y efectivo, pero puestos a ver casi 2 horas de película también se puede amenizar con alguna que otra virguería, y se puede hacer sin restar protagonismo a los actores, y si no que le pregunten a Paul Thomas Anderson.

Sin embargo la película tiene una potencia innegable, consigue crear una situación donde la energía negativa sube como la espuma, invadiendo los espacios, a los personajes y mostrando las consecuencias de una vida de excesos, errores, competitividad desmedida y envidia. Si el estilo de Cronemberg tiene que ir en una dirección, es sin duda esta, utilizar un guión mordaz y satírico para presentar las desgracias de una realidad palpable y no ajena. Se podría decir que Cronemberg ha conseguido superar su estilo inicial, manteniendo su filosofía al contar las historias, de una forma más madura, comprensible y que en definitiva da como resultado un producto de calidad en contraposición con las idas de olla auto-masturbadoras donde las influencias de Kafka, Burroughs y Nabokov  acababan conformando un mensaje, que si bien era interesante, se perdía entre tanto gore y víscera.

Nota: 7/10

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