REGRESIÓN
Dirección: Alejandro
Amenabar
Reparto: Ethan
Hawke, Emma Watson, David Thewlis, Daley Dickey, Aaron Ashmore, David
Dencik, Lothaire Bloutheau, Devon Bostick, Adam Butcher, Kristian
Brunn.
6 años han pasado desde que
Amenabar realizó su última película, esa muy bien documentada pero
cansina “Agora”. Y 14 han tenido que pasar para que el realizador
español retomase la temática que le hizo saltar al ruedo, esas
atmósferas oscuras y viciadas, esas falsas apariencias, su engaño
vital y la muerte acechando. Ese planteamiento que a finales de los
90 le hizo coronarse como uno d ellos directores más prometedores de
no solo en ámbito nacional, sino del mundo, con títulos como la más
que soberbia “Tesis”, su enrevesada y posteriormente remakeada
“Abre los Ojos” y finalmente, quizas su más sencilla y a la vez
efectiva obra: “Los Otros”.
Amenabar es un maestro en el
engaño, y su nueva película trata única y exclusivamente de ese
gran engaño que fue la histeria colectiva del satanismo en Estado
Unidos. Aunque a priori parezca que la película sigue el
planteamiento de la típica película de miedo, en realidad si uno no
se deja llevar por la parafernalia ocultista puede entrever el
entramado abochornantemente cierto y veraz que reside tras la ficción
de la película. El ojo ve lo que quiere ver, y al igual que los
personajes de la historia caen de lleno en ese circulo vicioso, el
espectador queda totalmente engañado. Algo que en cierta manera ha
sido causado por el modo que tiene Amenabar de presentarnos los
hechos, pero que también tiene algo que ver con aquellos detalles
que vemos, analizamos, y damos por no válidos, valiéndonos de un
criterio que ni tenemos, ni tendremos hasta que no pongamos los pies
en la tierra.
“Regresión” tiene esa
virtud de hacer a nuestra imaginación volar por los más retorcidos
y siniestros rincones de la mente, estimulándola y causándonos el
ansia de querer estimularla nosotros mismos. Algo, que no sin causa,
tiene que ver mucho con la visión de la religión de Amenabar. El
realizador siempre se ha mostrado crítico con la tradición
religiosa del país que le vio nacer y “Regresión” no deja de
ser un ensayo sobre como la mente humana se auto-estimula para creer
lo que se quiere creer. Una trampa en la que es muy fácil caer si se
tienen expectativas, y hay que reconocerle a Amenabar que con
“Regresión” las había creado. De modo que construye el engaño
de una forma caótica y libre, sin que es espectador sospeche
siquiera, que los hechos son los hechos, y que las licencias
cinematográficas que tradicionalmente se emplean para acelerar el
curso de las investigaciones en las películas, en este caso la están
desfigurando, y están creando una realidad paralela a la realidad
que nos estamos comiendo con patatas y muy a gusto.
Claro está, que este
planteamiento le ha costado caro a Amenabar en ciertos aspectos. Para
empezar, el final del filme se desinfla por completo a causa de las
expectativas creadas. Algo que para el espectador que se ha comido la
bola de lleno le deja frio, desilusionado y rascándose la cabeza por
que en el fondo siente que era una película de Plot-Twist con mucha
trampa y poco gancho. El fallo reside en pensar que “Regresión”
se ha construido como una película de Plot- Twist, cuando en
realidad se trata de la ejemplificación por medio de una historia
ficticia de hecho muy reales y de una época en la que no se pensaba
muy claramente.
Todo un acierto escoger a
Ethan Hawke, que en mi humilde opinión se trata de uno de los
actores que más orgánicamente saben ponerse delante de una cámara
de cine. Como conclusión final podemos decir que “Regresión” es
una película que deja fríos a algunos y que consigue despertar el
interés de otros. Lo que si está claro es que da de que hablar, y
su visionado deja tras de si un momento de reflexión y discusión
con otros espectadores muy enriquecedor. ¿Era esa quizás la
intención de Amenabar? Imposible saberlo, aunque no podamos
considerarla una película sobresaliente, no incurriríamos en falta
diciendo que “Regresión” merece un visionado o dos, y que merece
la pena ir a verla, aunque solo sea para ser engañados, que en el
fondo es de lo que va todo este tinglado de palomitas y celuloide.
Nota: 7/10
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