EL HOBBIT: LA
BATALLA DE LOS 5 EJERCITOS:
Dirección: Peter Jackson
Intérpretes: Martin Freeman, Richar Armitage,
Ian Mackellen, Evangeline Lylly, Benedict Cumberbatch, Lee Pace, Hugo Weaving,
Cate Blanchett, Christopher Lee, Orlando Bloom, Luke Evans, Ian Holm, Aidan Turner.
Aquí llega la esperada tercera
parte que nunca debería haber visto la luz. Basada en las últimas 40 páginas de
una novela corta para niños y en la cual Peter Jackson no tendrá reparo alguno
en meternos con calzador situaciones ya no solo que no salgan en el libro, sino
que no quepan en la cabeza de ningún fan de "El señor de los Anillos"
por absurdas, haciendo gala de un freestyle digno de Joel Schumacher.
Una película tan irregular que pasará
por alto eventos clave en el libro con secuencias escuetas y faltas de
profundidad, pero que te cascará más de 40 minutos de peleas individuales entre
personajes que nunca deberían haber estado allí (Légolas, Tauriel...) Con orcos
random que súbitamente cobran protagonismo porque son más tochos que los demás.
Convirtiendo una película que narra una batalla, en una película en las que al
final los personajes principales se darán de tortas contra los malos de manera
"personal". Ya sea sobre un lago helado, sobre cabras montesas con
super-poderes o sobre una torre que de descuajeringa a medida que luchas en
ella. Pero ojo, que no pasa nada, que Légolas se pasa por el forro de sus
blancas y delicadas gónadas de elfo las leyes de la física y de repente puede
andar sobre bloques en caída libre como si del Mario Bros se tratase.
Que digo yo, Peter Jackson, si querías
llenarte los bolsillos igualmente, haber ampliado metraje con algo del reino de
Angmar, porque a más de uno le dejaste con las ganas de entrar en esa fortaleza
orca en la que te paras 2 minutos en toda la película. Pero no, despediros de
todo el "realismo" del señor de los anillos porque en esta apoteósica
película podrás ver gusanos gigantes sacados de "Dune", Trolls de las
cavernas con patas de alambre, y demás chorradas que parecen haber salido de la
insana mente de un fanático que haya puesto el mayor empeño en destruir la obra
de Tolkien.
Porque además en "El
Hobbit" tienes ordenador hasta en la sopa. Y no contentos con ponerte el
ordenador te lo remarcan para que digas "eh que bien está hecho" y
acabas de él hasta las narices. Que una cosa es que hagas un dragón por
ordenador, pero es que hasta al cara de algunos enanos estaba retocada, que lo
vuestro es insano. Yo veía El Señor de los Anillos y flipaba porque no
distinguías los efectos de la realidad, estaban camuflados mediante tonos
grises, oscuridad, los técnicos se buscaban la vida, Ahora la Tierra Media es
un mundo multicolor como si de "My Little Pony" se tratase, donde hay
seres mágicos del país feliz, de la casa de la gominola de la calle de la
piruleta.
Personajes que sobran, como el
unicejo de las narices que está siempre dando por saco. Que si, que ya nos ha
quedado claro que es malo, muy malo. No le dediques 20 escenas en la
película. Ah espera, que tienes que
rellenar dos horas y media, y si te ciñes al libro te da para una hora y veinte
como máximo. Ahora entiendo muchas cosas.
En el fondo la película es eso,
dos mitades, una que se ciñe al libro, que es más que pasable, es competente, una
parte que incluso te devuelve la fe en la trilogía. Y otra parte de freestyle
deleznable. Porque aquí el error de fondo ha sido uno, y es que los guionistas
de Hollywood no pueden ponerse a la altura de Tolkien. Porque aunque planees al
detalle una lucha épica, esta no dejara de ser una pequeña anécdota dentro de
lo que de verdad importa, que es la historia. Y cuando concatenas 6 peleas
diferentes para alargar la película una hora más consigues esto. Una aberración
contra la novela, un producto manufacturado en el cual la pelea ya no es
símbolo de honor ni de fortaleza, sino de protagonistas muy bien entrenados
peleando contra malos muy bien entrenados, como si de una película de 007 se
tratase. Donde se ha desvanecido ese sentimiento que inundaba la trilogía
original de "realmente lo tienen jodido y posiblemente pierdan" y
donde lo único que ves son peleitas extremadamente largas donde la epicidad se
desvanece a pasos abrumadores.
El poder del dinero. Pon a un
visionario director neozelandés al mando de un casi desconocido grupo de
actores a rodar durante más de 2 años alejados de la mano de Dios las
adaptaciones de unas novelas que pocos conocen. 17 oscars, millones recaudados
y la que posiblemente es la mejor trilogía de la historia. Deja que los buitres
de la industria se metan en ese fino tejido de visionarios y de gente con ganas
de hacer las cosas bien y conseguirás sus abominables secuelas.
Cuando a Viggo Mortensen le
ofrecieron salir en "El Hobbit" se negó, pues era consciente de que
su personaje no salía en la novela. Quizás, lo que le ha faltado a este proyecto
haya sido más gente como Mortensen. Gente que a pesar de que sabía que tenía un
proyecto muy jugoso por delante decidió hacer un esfuerzo y ser fiel a la
historia y a su autor. Gente que se mueva por el amor al arte y no el amor a la
recaudación en taquilla. Lástima que este impecablemente realizada, su diseño
de producción sea la repanocha y los
actores no lo hagan del todo mal, porque realmente la nota que me hubiese
gustado ponerle es un cero como una casa, eso sí, la casa de puerta circular.
Nota: 5/10
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