BIRDMAN
(O LA INESPERADA VIRTUD
DE LA IGNORANCIA)
Dirección: Alejandro González Iñarritu
Reparto: Michael Keaton, Edward Norton, Emma
Stone, Zach Galifianakis, Naomi Watts, Andrea Riseborough, Amy Ryan.
En medio de un panorama cinematográfico
donde los superhéroes están hasta en la sopa, donde las viejas glorias del cine
de acción de los 80 se reúnen para seguir haciendo lo que mejor saben hacer a
pesar de que muchos de ellos estén para el arrastre y donde en Hollywood parece
que ya solo queda sitio para los jóvenes, resulta difícil encontrar una
película que ejemplifique todo eso mejor que Birdman. Michael Keaton se
interpreta a Riggan Thompson, lo que viene a ser como una especie de alter ego
para el propio intérprete que en su día se enfundo el traje de Batman en las
pelis de Burton.
Junto a él, un más que brillante
Edward Norton, que en mi modesta opinión hace el mejor papel de su carrera,
Emma Stone, que porque no decirlo, está mejor que nunca. La película resulta
una maravilla en lo que se refiere a interpretación, hasta el punto de que en
algunos momentos no sabrás si los actores están actuando como la su personaje
en la película o como su personaje en la obra de teatro que se narra en la
película. Se trata de una especie de rompecabezas narrado mediante el plano
secuencia más alucinante desde el cine de Bela Tarr. El plano secuencia no se
presenta en la historia como un pequeño elemento aislado de la narración de la
película, el plano secuencia es la película en su conjunto.
Lejos de presentarlo como un
momento de clímax, como el compatriota de Iñarritu, Alfonso Cuarón acostumbra a
hacer en sus películas, el plano secuencia de Birdman es algo más que una
secuencia o una situación. Es el modo en el que se cuenta la historia, es el
fluir del tiempo escénico y es el vertiginosos paso del tiempo con elipsis
incluidas. Durante toda la película, el espectador estará al borde del asiento
esperando a que el plano acabe, y este no culminará hasta el mismísimo final de
la película, excepto en una ocasión donde se volcará todo el significado del
filme. Y no se piensen que Iñarritu ha resuelto el plano secuencia como en
"La Soga" de Hitchcok, donde la cámara solo se movía de un lado a
otro de la habitación sobre raíles. En "Birdman" gracias a la steady
cam, la cámara seguirá a los personajes y se moverá de una forma totalmente
libre por el escenario casi onírico que se nos presenta.
Y es que Birdman además de ser
arriesgada técnicamente y estar magníficamente interpretada tiene un mensajito
secreto oculto. Un mensajito revelado justo a tiempo y que debería hacer
reflexionar a toda la industria. Como la crítica puede condenar o ensalzar una
película de una manera casi irrevocable. Como los prejuicios y el rencor pueden
atar de pies y manos a aquella persona que busca la trascendencia mediante el
reconocimiento, cuando en realidad lo único que necesita es volver a sentirse
como un ignorante. El "need" y el "want" expresados en un
personaje completo, autobiográfico y con un dilema tal vez intranscendente pero
de una indudable carga humana que nos hará empatizar hasta el extremo.
La película se resume para mí en
2 animadores vestidos de Spiderman y Optimus Price bailando sobre un escenario
de Brodway acompañados de una charanga. "Birdman" es una oda a lo
simple y a lo humano, a la capacidad de ganarse la vida siendo un completo
ignorante sin que eso deba ser condenado, a la destrucción moral por parte los
intelectualoides baratos. Sobre que es el arte, que es la gloria y si
verdaderamente importan tanto como nos creemos. Que antes de ser una persona
acabada intentando hacer algo de relevancia intelectual prefiero ser un
vejestorio embutido en un ridículo traje de licra que sale a jugarse el pellejo
al ruedo. Que Brodway es grande, pero Michael Keaton con sus 64 años corriendo en
calzoncillos por mitad de la gran manzana también lo es.
Nota: 9/10
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