Magnolia

"No dejes que nadie te diga que no tienes que arrepentirte de nada. No los dejes . ¡No! Te arrepientes de la mierda que te dé la gana. Úsalo. Úsalo. Usa ese remordimiento para lo que te dé la gana, de la forma que quieras. Lo puedes usar. Oh Dios mío, es un camino largo y sin meta, una pequeña historia final. Digo...amor, amor, amor. Esta jodida vida...Oh, es jodidamente difícil. Es tan larga. La vida no es corta, es larga. Es larga maldita sea."

jueves, 22 de enero de 2015

BIRDMAN
(O LA INESPERADA VIRTUD DE LA IGNORANCIA)

Dirección: Alejandro González Iñarritu
Reparto: Michael Keaton, Edward Norton, Emma Stone, Zach Galifianakis, Naomi Watts, Andrea Riseborough, Amy Ryan.

En medio de un panorama cinematográfico donde los superhéroes están hasta en la sopa, donde las viejas glorias del cine de acción de los 80 se reúnen para seguir haciendo lo que mejor saben hacer a pesar de que muchos de ellos estén para el arrastre y donde en Hollywood parece que ya solo queda sitio para los jóvenes, resulta difícil encontrar una película que ejemplifique todo eso mejor que Birdman. Michael Keaton se interpreta a Riggan Thompson, lo que viene a ser como una especie de alter ego para el propio intérprete que en su día se enfundo el traje de Batman en las pelis de Burton.

Junto a él, un más que brillante Edward Norton, que en mi modesta opinión hace el mejor papel de su carrera, Emma Stone, que porque no decirlo, está mejor que nunca. La película resulta una maravilla en lo que se refiere a interpretación, hasta el punto de que en algunos momentos no sabrás si los actores están actuando como la su personaje en la película o como su personaje en la obra de teatro que se narra en la película. Se trata de una especie de rompecabezas narrado mediante el plano secuencia más alucinante desde el cine de Bela Tarr. El plano secuencia no se presenta en la historia como un pequeño elemento aislado de la narración de la película, el plano secuencia es la película en su conjunto.

Lejos de presentarlo como un momento de clímax, como el compatriota de Iñarritu, Alfonso Cuarón acostumbra a hacer en sus películas, el plano secuencia de Birdman es algo más que una secuencia o una situación. Es el modo en el que se cuenta la historia, es el fluir del tiempo escénico y es el vertiginosos paso del tiempo con elipsis incluidas. Durante toda la película, el espectador estará al borde del asiento esperando a que el plano acabe, y este no culminará hasta el mismísimo final de la película, excepto en una ocasión donde se volcará todo el significado del filme. Y no se piensen que Iñarritu ha resuelto el plano secuencia como en "La Soga" de Hitchcok, donde la cámara solo se movía de un lado a otro de la habitación sobre raíles. En "Birdman" gracias a la steady cam, la cámara seguirá a los personajes y se moverá de una forma totalmente libre por el escenario casi onírico que se nos presenta.

Y es que Birdman además de ser arriesgada técnicamente y estar magníficamente interpretada tiene un mensajito secreto oculto. Un mensajito revelado justo a tiempo y que debería hacer reflexionar a toda la industria. Como la crítica puede condenar o ensalzar una película de una manera casi irrevocable. Como los prejuicios y el rencor pueden atar de pies y manos a aquella persona que busca la trascendencia mediante el reconocimiento, cuando en realidad lo único que necesita es volver a sentirse como un ignorante. El "need" y el "want" expresados en un personaje completo, autobiográfico y con un dilema tal vez intranscendente pero de una indudable carga humana que nos hará empatizar hasta el extremo.

La película se resume para mí en 2 animadores vestidos de Spiderman y Optimus Price bailando sobre un escenario de Brodway acompañados de una charanga. "Birdman" es una oda a lo simple y a lo humano, a la capacidad de ganarse la vida siendo un completo ignorante sin que eso deba ser condenado, a la destrucción moral por parte los intelectualoides baratos. Sobre que es el arte, que es la gloria y si verdaderamente importan tanto como nos creemos. Que antes de ser una persona acabada intentando hacer algo de relevancia intelectual prefiero ser un vejestorio embutido en un ridículo traje de licra que sale a jugarse el pellejo al ruedo. Que Brodway es grande, pero Michael Keaton con sus 64 años corriendo en calzoncillos por mitad de la gran manzana también lo es.

Nota: 9/10

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