LA TEORÍA DEL TODO
Dirección: James Marsh
Reparto: Edie
Redmayne, Felicity Jones, David Thewlis, Harry Loyd, Simon McBurney, Charly
Cox, Emily Watson.
Hay ocasiones, a lo largo de la
historia del cine, en las que bodrios sin parangón consiguen colarse entre las
nominadas a los óscar e incluso a veces consiguen ganarlos. Se trata de
películas donde el amor es incondicional, los personajes inundan la cámara
hasta cuando no les toca y donde lo único que falta es que el susodicho
nominado por la academia agarre la cámara de filmación y grite a toda la
audiencia, "dame un oscar pls".
"La Teoría del Todo" es
una de esas películas. Una de esas películas en las que el espectador confunde
la historia lacrimógena y conmovedora con la buena historia. Una de esas
películas en las que la empatía bobalicona se exalta por determinados
personajes muy bien interpretados, que sueltan a diestro y siniestro un guión
repugnante a lo largo de escenas que no tienen ni pie ni cabeza. Una de esas
películas en las que el susodicho director suda completamente de realizar un
producto competente porque el único y exclusivo objetivo de la cinta es que el
prota gane el Oscar.
Y claro, ¿Con que nos
encontramos? Pues con un Eddie Redmayne que lo peta en la silla de ruedas. Y
una Felicity Jones que no está nada mal. Pero claro, cuando haces una película
con el único objetivo de que la parejita se lleve el Oscar el resto de los
aspectos se resienten. ¿Creen que una película sobre la vida científica de
Stephen Hawkings hubiese estado nominada? Ya se lo digo yo, no. Es por esto que
en vez de distraernos con agujeros negros, complicadas ecuaciones y teorías
gravitacionales (Que todo el mundo sabe que a todo hijo de vecino lo que le
gusta son los arrumacos y no las matemáticas) nos cascaran una película que
lejos de ir sobre Stephen Hawkings, va sobre su mujer, y las ganas que tiene de
tirarse a un profesor de piano. Pero la pobrecita no puede porque está casada
con un inválido. Pobre Felicity que no puede calzarse al pianista, y pobre Eddie
que va en silla de ruedas. Por favor.
La película deja de lado
deliberadamente cualquier tipo de elemento narrativo que realmente haga hincapié
en la verdadera razón por la cual Stephen Hawkings es famoso a día de hoy. Sus teorías físicas. Y
mas bien da la sensación de que Stephen Hawkings lo único que ha hecho en su
vida es dar problemas a su pobre esposa que necesita a un varón que se pueda
mover por si solo en su vida para saciarse afectiva y sexualmente. Se trata de
una película que huye por completo de los temas verdaderamente importantes y se
centra en ofrecer una versión lacrimógena, oscarizable y de sensiblerismo
barato sobre la vida de un gran hombre, o más bien de su pobre mujer, con la
que todo quisqui se sentirá identificado.
¿Cuál es el único punto fuerte de
la película? Redmayne, que hace una interpretación de Hawkings que quita el
hipo, y mucho ojo también a el trabajo de maquillaje que hay por detrás, porque
Redmayne da el pego totalmente a cualquier edad. Pero aparte de su brillante y
muy posiblemente oscarizable interpretación, la película esta vacía por
completo de cualquier otro elemento que a haga interesante, solo un dilema
cutre que se alarga durante 2 horas propio de una telenovela colombiana y a mi
juicio, no propio de una película seria sobre una eminencia en el campo de la
física teórica.
Al verla, es difícil no pensar en
Daniel Day Lewis y en su película "Mi Pie Izquierdo". Y en seguida
comienzan a aparecer las diferencias entre una película y otra. Mientras "Mi
Pie Izquierdo" narraba la verdadera historia psicológica de su protagonista
con parálisis, "la Teoría del Todo" se limita a usar la personalidad
de Stephen Hawkings como paquete, como "McGuffin" al servicio de otra
historia. Una película que lejos de contar la vida de un gran hombre cuenta la difícil
decisión de la mujer del gran hombre sobre elegir pareja para la cópula. Una
película en donde cada decisión y dialogo bien podrían haber estado acompañados
de una música efectista y un zoom descarado hacia su cara, al estilo culebrón,
que ya puestos la doblamos al latino, le cambiamos el nombre a Stephen por
"Juan Reyes" y hacemos que conozca al amor de su vida en un ordenado
y erótico establo. Una película no puede
girar en torno a una actuación, aunque esta sea increíble, tiene que ofrecer
algo más, y "La Teoría del Todo" apenas pone más carne en el asador.
Nota: 3/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario