Magnolia

"No dejes que nadie te diga que no tienes que arrepentirte de nada. No los dejes . ¡No! Te arrepientes de la mierda que te dé la gana. Úsalo. Úsalo. Usa ese remordimiento para lo que te dé la gana, de la forma que quieras. Lo puedes usar. Oh Dios mío, es un camino largo y sin meta, una pequeña historia final. Digo...amor, amor, amor. Esta jodida vida...Oh, es jodidamente difícil. Es tan larga. La vida no es corta, es larga. Es larga maldita sea."

miércoles, 3 de diciembre de 2014

HANNIBAL: TV SERIES (Temporadas 1 y 2)

Creador: Byan Fuller
Intérpretes: Madds Mikkelsen, Hugh Dancy, Caroline Dhavernas, Lawrence Fishburne, Hettiente Park, Scott Thompson, Aaron Abrams.
Sinopsis: Basada en las novelas de Thomas Harris, "Hannibal" narra las peripecias del investigador del FBI  Will Garaham (Hugh Dancy) y de sus psicólogo, Hannibal Lecter. Juntos colaboraran para ayudar al FBI  resolver sus casos más truculentos mientras que el doctor Lecter va ganando influencia en el FBI sin que estos sospechen que es el mismo el que se encuentra detrás de muchos de los asesinatos que investigan.

Personalmente, y habrá gente que me lo rebatirá, siempre me han encantado las historias de Thomas Harris, tanto en la novela como en la gran pantalla. Que "El silencio de los corderos" es una obra maestra es algo incuestionable, pero cuando se trata de hablar de las otras dos películas (Sin contar la casi jurásica "Manhunter" y la precuela deleznable "Hannibal el origen del mal") "El dragón Rojo" y "Hannibal", la cosa ya se pone más tensa. Personalmente creo que se trata de 2 buenas películas, no con la fuerza de "El silencio" pero si con muy buena labor de dirección e interpretación. Los detractores de Ridley Scott y de Julianne Moore no estarán de acuerdo. De modo que se podría decir que el mundo creado por Thomas Harris es un mundo que me gusta en todas sus acepciones, razón por la cual la serie no iba a ser menos.

Uno de los puntos fuertes de la serie es los giros de trama, los creadores de la serie ya han puesto de manifiesto que no pretenden enlazar con los hechos de la novela "Dragón Rojo" hasta la cuarta temporada, de modo que hasta entonces con lo que nos encontramos es con giros de personajes, de trama, conformando un laberinto de intenciones y traiciones que se acaban resolviendo en una consulta psiquiátrica.
Se podría decir que la serie conjuga 2 elementos de forma casi perfecta, al serie policiaca y el ensayo sobre la mente. Podemos ver a Will Graham investigando los casos, siguiendo las pistas y realizando descubrimientos. Pero por lo menos 2 o 3 veces a lo largo del capítulo, Graham se relajara y se pasara por la consulta del doctor Lecter, contará lo que ha sentido, nos contará de primera mano su evolución de personaje. De este modo no solo se consigue una potentísima serie policiaca, sino que además los perfiles psicológicos de prácticamente todos los personajes de la serie se nos presentan por medio de unos diálogos densos, con mucho significado detrás de los significantes y en ocasiones con auténticas perlas en lo que se refiere a guión televisivo. En Hannibal cada dialogo quiere decir algo, y calar a los personajes cuesta, porque en el mundo de Thomas Harris se combate con pistolas y cuchillos, pero también con la mente.

El estilo de grabación es peculiar y efectivo. "Hannibal" se envuelve en medio de una bruma oscura, un ambiente lúgubre en el que prácticamente solo vemos enfocada la cara del personaje, y a veces solo fragmentos de ella. La banda sonora de Bryan Reitzell roza lo asincrónico, mezcla melodías propias de la música clásica con los sonidos chirriantes, similares a las composiciones de John Wlliams en "Encuentros en la tercera fase" o "En busca del arca perdida" Concretamente el momento de las tarántulas. Una música que incomoda, y que sugiere que a pesar de que no estemos viendo nada desagradable en pantalla, los diálogos encierran un contenido oculto que nos pondría los pelos de punta si llegásemos a comprenderlo del todo. Y cuando uno lo comprende no sabe si asquearse y odiar a Hannibal o hacerle la ola, sonreír y decir en voz baja "Que cabroncete, lo ha vuelto a hacer".

Es una de las virtudes de la serie, el villano principal consigue tanto aduladores como detractores. Personalmente y a pesar de que llevo toda la serie deseando que pillen de una vez a Hannibal, no puedo sino rendirme ante la maestría del personaje, a la belleza de su violencia y a su sofisticación quirúrgica. Gracias, por cierto, a la excelente interpretación de Madds Mikkelsen, el que sin duda es el mejor actor danés de su generación. El Hannibal de Mikkelsen es si cabe más frio, sofisticado, complejo y excepcional que el de Anthony Hopkins.

Hannibal se puede resumir en Mikkelsen asestando puñaladas mientras se mezclan las imágenes con él mismo tocando el celemín. Es una serie que apuesta por los matices, por lo no evidente. Por unos personajes que encierran sus intenciones al espectador y se mueven por el laberinto, haciendo plantearse al espectador cual será su siguiente paso o cual será la siguiente trampa en la que caerán. Una serie para el cuerpo y para la mente. Aviso, si vais a comenzar a verla debéis saber que es lenta, especialmente la segunda temporada, pero no dejéis de mirar, en "Hannibal" cada matiz y cada puñalada tienen significado, aunque este, claro está, no siempre será agradable, ni mucho menos.


Nota: 8/10

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