HANNIBAL: TV SERIES (Temporadas 1 y 2)
Creador: Byan Fuller
Intérpretes: Madds Mikkelsen, Hugh Dancy,
Caroline Dhavernas, Lawrence Fishburne, Hettiente Park, Scott Thompson, Aaron
Abrams.
Sinopsis: Basada en las novelas de Thomas Harris,
"Hannibal" narra las peripecias del investigador del FBI Will Garaham (Hugh Dancy) y de sus psicólogo,
Hannibal Lecter. Juntos colaboraran para ayudar al FBI resolver sus casos más truculentos mientras
que el doctor Lecter va ganando influencia en el FBI sin que estos sospechen
que es el mismo el que se encuentra detrás de muchos de los asesinatos que
investigan.
Personalmente, y habrá gente que
me lo rebatirá, siempre me han encantado las historias de Thomas Harris, tanto
en la novela como en la gran pantalla. Que "El silencio de los
corderos" es una obra maestra es algo incuestionable, pero cuando se trata
de hablar de las otras dos películas (Sin contar la casi jurásica
"Manhunter" y la precuela deleznable "Hannibal el origen del mal")
"El dragón Rojo" y "Hannibal", la cosa ya se pone más
tensa. Personalmente creo que se trata de 2 buenas películas, no con la fuerza
de "El silencio" pero si con muy buena labor de dirección e
interpretación. Los detractores de Ridley Scott y de Julianne Moore no estarán
de acuerdo. De modo que se podría decir que el mundo creado por Thomas Harris
es un mundo que me gusta en todas sus acepciones, razón por la cual la serie no
iba a ser menos.
Uno de los puntos fuertes de la
serie es los giros de trama, los creadores de la serie ya han puesto de
manifiesto que no pretenden enlazar con los hechos de la novela "Dragón
Rojo" hasta la cuarta temporada, de modo que hasta entonces con lo que nos
encontramos es con giros de personajes, de trama, conformando un laberinto de
intenciones y traiciones que se acaban resolviendo en una consulta psiquiátrica.
Se podría decir que la serie
conjuga 2 elementos de forma casi perfecta, al serie policiaca y el ensayo
sobre la mente. Podemos ver a Will Graham investigando los casos, siguiendo las
pistas y realizando descubrimientos. Pero por lo menos 2 o 3 veces a lo largo
del capítulo, Graham se relajara y se pasara por la consulta del doctor Lecter,
contará lo que ha sentido, nos contará de primera mano su evolución de
personaje. De este modo no solo se consigue una potentísima serie policiaca,
sino que además los perfiles psicológicos de prácticamente todos los personajes
de la serie se nos presentan por medio de unos diálogos densos, con mucho
significado detrás de los significantes y en ocasiones con auténticas perlas en
lo que se refiere a guión televisivo. En Hannibal cada dialogo quiere decir
algo, y calar a los personajes cuesta, porque en el mundo de Thomas Harris se
combate con pistolas y cuchillos, pero también con la mente.
El estilo de grabación es
peculiar y efectivo. "Hannibal" se envuelve en medio de una bruma
oscura, un ambiente lúgubre en el que prácticamente solo vemos enfocada la cara
del personaje, y a veces solo fragmentos de ella. La banda sonora de Bryan
Reitzell roza lo asincrónico, mezcla melodías propias de la música clásica con los
sonidos chirriantes, similares a las composiciones de John Wlliams en
"Encuentros en la tercera fase" o "En busca del arca
perdida" Concretamente el momento de las tarántulas. Una música que
incomoda, y que sugiere que a pesar de que no estemos viendo nada desagradable
en pantalla, los diálogos encierran un contenido oculto que nos pondría los
pelos de punta si llegásemos a comprenderlo del todo. Y cuando uno lo
comprende no sabe si asquearse y odiar a Hannibal o hacerle la ola, sonreír y
decir en voz baja "Que cabroncete, lo ha vuelto a hacer".
Es una de las virtudes de la
serie, el villano principal consigue tanto aduladores como detractores. Personalmente
y a pesar de que llevo toda la serie deseando que pillen de una vez a Hannibal,
no puedo sino rendirme ante la maestría del personaje, a la belleza de su violencia
y a su sofisticación quirúrgica. Gracias, por cierto, a la excelente interpretación
de Madds Mikkelsen, el que sin duda es el mejor actor danés de su generación.
El Hannibal de Mikkelsen es si cabe más frio, sofisticado, complejo y
excepcional que el de Anthony Hopkins.
Hannibal se puede resumir en
Mikkelsen asestando puñaladas mientras se mezclan las imágenes con él mismo tocando
el celemín. Es una serie que apuesta por los matices, por lo no evidente. Por
unos personajes que encierran sus intenciones al espectador y se mueven por el laberinto,
haciendo plantearse al espectador cual será su siguiente paso o cual será la
siguiente trampa en la que caerán. Una serie para el cuerpo y para la mente.
Aviso, si vais a comenzar a verla debéis saber que es lenta, especialmente la
segunda temporada, pero no dejéis de mirar, en "Hannibal" cada matiz
y cada puñalada tienen significado, aunque este, claro está, no siempre será
agradable, ni mucho menos.
Nota: 8/10
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