Magnolia

"No dejes que nadie te diga que no tienes que arrepentirte de nada. No los dejes . ¡No! Te arrepientes de la mierda que te dé la gana. Úsalo. Úsalo. Usa ese remordimiento para lo que te dé la gana, de la forma que quieras. Lo puedes usar. Oh Dios mío, es un camino largo y sin meta, una pequeña historia final. Digo...amor, amor, amor. Esta jodida vida...Oh, es jodidamente difícil. Es tan larga. La vida no es corta, es larga. Es larga maldita sea."

jueves, 4 de diciembre de 2014

THE ZERO THEOREM
Dirección: Terry Gilliam
Intérpretes: Christoph Waltz, Matt Damon, Ben Whisaw, David Thewlis, Melanie Thierry, Lucas Hedges, Tilda Swinton, Gwendoline Christie.
Sinopsis: En un futuro donde las empresas han colonizado las calles, Qohen Leth, un solitario genio de la informática, dedica su vida a resolver el Teorema Zero. Una fórmula informática que determinará si la vida tiene sentido. Trabajando en una capilla quemada que utiliza como su hogar, su investigación se verá interrumpida por la visita de una mujer llamada Bainsley y Bob, el hijo adolescente de su jefe.

Aunque a muchos les parezca una apuesta alocada, inviable y con claras pretensiones de ser un bodrio de dimensiones colosales, la distopía y el absurdo son 2 elementos que alcanzan su máxima expresión en el trabajo de un hombre: Terry Gilliam. A sus trabajos me remito, “12 monos” aunque tachada de incomprensible y excesivamente agobiante por algunos, es sin duda una de las distopías más importantes de los últimos años, que al son de su famoso pasodoble nos mostraba el mundo del futuro de una forma que nadie había contado antes. Su nueva película, si bien dentro del género de la distopía, es más una reflexión trascendental, cargada de sutiles símiles, pequeñas metáforas, todo aderezado con su particular forma de grabar, de la vida monacal y de la idea de la vida y la divinidad.

Protagonizada por Christoph Waltz, ese gran artista descubierto por Quentin Tarantino por el que los estudios de Hollywood estarán lamentándose años por no haber contactado con él a una edad más temprana. Ese carismático coronel de las “SS” Hans Landa, que por primera vez protagoniza una película fuera del cine alemán. Junto a él, unos extras de lujo como Matt Damon, Ben Whisaw o David Thewlis y co protagonizada por 2 jovenes promesas que sin duda darán de que hablar, Melanie Thierry y Lucas Hedges.

Los que estén familiarizados con el cine de Terry Gilliam, o simplemente sean fans  de los Monthy Pythons y de sus hitos cómicos como “La vida de Brian” o “Los caballeros de la mesa cuadrada” saben a lo que van. Esos planos inclinados, esa óptica de ojo de pez, esa forma de mover la cámara que incita mantener la cordura en medio de un panorama de psiquiátrico. Como novedades, un estupendo uso del color y de la luz, la estética Steampunk, y un contenido trascendental que sorprende para bien en el cine de Gilliam.

Gilliam demuestra, que lo divino nunca ha estado más unido a lo científico, que el sentido de la vida se puede encontrar en la religión, pero también en una fórmula matemática que vaticine el fin de la humanidad engullida por un enorme agujero negro supermasivo. El mismo individuo que sueña con deslizarse desnudo por el vórtice espacial, trabaja día y noche en el interior de una iglesia calcinada, durmiendo encima del órgano y ahuyentando a la paloma del espíritu santo. Y poco a poco descubre los pequeños placeres de la vida que se ha prohibido a sí mismo en su reclusión mientras espera la llamada. Devorar una pizza o experimentar sexo de realidad virtual con un traje de diablo veneciano. Esas cosas que entretienen al individuo en su camino para encontrar un paradigma que de sentido al caos que inunda la existencia.

De modo que, los que en su día gozaran con filmes como "Brazil", "12 monos" o "El imaginario del doctor Parnassus" sin duda adorarán la película. Si por otro lado el espectador es un riguroso defensor del cine clásico, ver tanto plano torcido y tanto enano vestido de leopardo igual le distrae e incluso le molesta dentro del mensaje final. Pero algo está claro, y es que cuando se trata de contar una historia, hay múltiples vehículos para llevarla hasta espectador, y Gilliam es el propietario del más extravagante, alocado y sorprendentemente efectivo de ellos cuando se trata de distopías que nublan la razón. Así que a pesar de que la película tenga sus fallitos y se haga en tramos algo complicada de seguir, hay que reconocer que la originalidad en este negocio también se valora, y de eso a Terry Gilliam le sobra.

Nota: 7/10

2 comentarios:

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  2. Lo realmente siniestro de esta película es que muestra una distopía que bien podría darse en un futuro. El negocio de la iglesia plasmado en un negocio empresarial cuyo dios es Matt Damon. Fórmulas en lugar oraciones, teorías en lugar de religiones. Las personas vivimos esperando esa llamada, lo que nunca sabremos es si se recibe o no.
    Buena crítica de una película difícil de comprender. Demasiadas divagaciones para llegar a la conclusión de que la vida es absurda. Como decía aquella canción de la vida de Brian: Venimos de la nada y vamos a la nada. Verás que todo es un show, la gente riéndose igual que tu, pero recuerda que último en reír serás tu.
    https://www.youtube.com/watch?v=yK5mhtaDK8g

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