NIGHTCRAWLER
Dirección: Dan Gilroy
Reparto: Jake Gyllenhaal, Bill Paxton, Renné
Russo, Riz Ahmed, Michael Hyatt, Price Carson.
No es ningún secreto que Jake
Gyllenhaal es un actor de moda. De las manos del director canadiense Dennis
Villeneuve ha firmado dos películas de inestimable valor: "Enemy" y
"Prisoneros". Y con esta tercera película Gyllenhaal ha coronado su cúspide
actoral. "Nightcrawler", dirigida por el desconocido Dan Gilroy es la
historia de la ambición y de los peligros de la información pagada, pero
también es la historia de toda una generación hecha a sí misma. Al verla, uno difícilmente puede no
pensar en "Drive" de Nicholas Winding Refn, y de su ambientación de
neón, asfalto y velocidad sobre coches caros. "Nightcrawler" cuenta
la vida de un cazador a la busca de la noticia, y los rascacielos de LA son su
peculiar jungla de trabajo. Impecablemente grabada, los colores de la película
son su principal punto fuerte visual.
Pero al margen de sus aspectos
técnicos, la verdadera razón por la que la película engancha es las
implicaciones morales que le plantean al espectador. ¿Se alimenta la televisión
de su morbo? ¿Hasta donde llegarías por ganarte la vida y prosperar? ¿Dónde
empieza tu humanidad y donde tu instinto empresario? Y no estamos hablando de
ese manido estereotipo al que se recurre con frecuencia en sitcoms y comedia
románticas, donde el empresario es frio, su jefe es una persona sin corazón y
donde parece que ganar dinero es incompatible con cuidar de los seres queridos.
No, "Nightcrawler" aborda el tema con
mucha más madurez y precisión, y te planta a un pobre diablo sin trabajo por
culpa de la crisis económica que estará dispuesto a hacer lo que sea por ganar
algo de dinero. Y claro, por un lado entiendes al pobre diablo, que además
cuenta con una inteligencia y una determinación encomiable. Una persona que se
ha hecho a sí misma, que ha pasado por mucho y siempre ha encontrado la manera
de seguir adelante, y que por el proceso, al no tener ningún tipo de tutela y
de comodidad ha perdido absolutamente todos los valores. Un monstruo, pero un
monstruo al que se comprende y se le da la razón. Puede que no tenga mucha
humanidad, pero hay que reconocer que le echa huevos como nadie.
Jake Gyllenhaal soberbio, como
siempre cuando sale del típico blockbuster de tres al cuarto. Su ausencia en
las nominaciones a los Oscar es simplemente una injusticia mayúscula. Con su
dramática pérdida de peso siguiendo los pasos de Christian Bale, Gyllenhaal
ofrece una actuación intimidatoria, relajada y frenética a la vez. Un antihéroe
de la era digital que armado con una cámara portable se dispone a mostrar las
miserias de la humanidad y sacar tajada por ello. Un buitre de la noche que
sabe que no hay nadie ahí fuera para decirle cuando está invitado a entrar al
banquete, que abre las puertas de par en par y con toda la calma del mundo se sienta
en la mesa bajo la atenta y estupefacta mirada del resto de los comensales.
La banda sonora es otro de los
puntos fuertes de la película, James Newton Howard firma una serie de pistas
que mezclan de una manera magnifica la música ambiental cercana a los trabajos
de Trent Reznor y Aticuss Ross o Cliff Martinez con su peculiar estilo
dramático, insistente y efectista, pero de una forma suavizada. Ofreciendo en
la misma pista golpes de sonido con instrumentos de cuerda pero también riffs
de guitarra eléctrica o sonidos sintéticos casi inaudibles.
En definitiva,
"Nightcrawler" es una de esas pequeñas joyas vendida en pequeño
formato, una historia corta y simple que ilustra una realidad que trasciende de
los márgenes de la pantalla y del metraje de la cinta. Una historia con ganas
de remover el empolvado baúl de los principios morales de la televisión
americana y mandarlo a tomar viento. Una de esa películas de anti-héroe que no
sabes hacia donde tirará, si hacia la autodestrucción, hacia el éxito o si
simplemente te dejará más descolocado que un pulpo en un garaje.
Nota: 8/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario