50 SOMBRAS DE GREY
Dirección: Sam Taylor-Johnson
Reparto: Dakota Johnson, Jamie Dornan, Jeniffer Ehle, Eloise
Mumford, Victor Rasuk, Rita Ora, Dylan Neal, Max Martini
Es de todos sabido, que la novela
"50 Sombras de Grey" no es ningún premio Pullitzer precisamente. Es
por esto, que llevar su adaptación a la gran pantalla resulta un ejercicio arriesgado
y condenado a la muerte, del que no obstante se podrían haber sacado cosas. Pero
este no es el caso. A Hollywood le aterran los penes, y parece políticamente
incorrecto contar la historia de una pobre universitaria que se enamora de un
acosador sin caramelizarlo con un poquito de salsa especial de película
romántica. Porque para algo la sacan en San Valentín, aparte de para poner
cachondo al personal.
Se trata de un proceso de
adaptación al más puro estilo Hollywoodiense. Coger la historia de un enfermo sexual
(Porque si, damas y caballero, el atractivo Sr. Grey no es otra cosa) que acosa
y acecha entre las sombras a una joven, que no obstante acepta las excentricidades
del millonario (Además de varios regalos: coche, portátil etc...) porque le da
alegría pal cuerpo. Como muchos ya sospechábamos, este tipo de historia no se
iba a contar en Hollywood, y así ha sido. "50 Sombras de Grey" (La
película) narra la historia de una joven que se encuentra con un sadomasoquista,
al cual intenta cambiar para convertirle en un romanticón.
La historia de base, como ya
hemos comentado, es el ejemplo histórico
perfecto para hablar de la mierda distribuida masivamente. (No sin razón es un
fan-fiction de "Crepúsculo") Pero lejos de que la historia en si no
tenga gancho, la película peca en prácticamente todos los apartados adyacentes,
empezando por el guión, hecho para tontos. La actuación, otro punto interesante.
Cuando leí que Dakota Johnson había pasado el casting interpretando el monólogo
de Bibi Anderson en "Persona" de Ingmar Bergman no pude evitar sentir
curiosidad. Curiosidad que se desvaneció completamente a los 20 minutos de
película. Pues la actuación de esta muchacha estaba mucho más próxima a la
inquebrantable serenidad facial de Moai de Kristen Stewart que a otra cosa. ¿Y
él? simplemente ridículo. Manejando un guión que no hay por donde cogerlo y
desnudando a la señorita Steele con una precisión quirúrgica semejante a la de
una autopsia.
Si el objetivo de la película era
generar ambiente erótico, y no se me ocurre que otro propósito puede tener
semejante empresa, no lo han conseguido. La música de las película es un mundo
aparte. Taylor- Johnson te planta a los dos sex symbol practicando el acto
sexual y de fondo se escucha una música frenética propia del cine de acción, de
modo que uno se espera que de repente un avión se estrelle en la habitación o
que uno de los dos vaya a morir envenenado. Como si al fornicar la pareja se
estuviese embarcando a un viaje al fin del mundo del que seguramente no van a
volver. Se intenta expresar dramatismo y se consigue generar situaciones
realmente cómicas, y esto no lo digo yo, pues la risas en la sala de proyección
abundaron con creces.
Eso sí, luego proliferarán como
las ratas en la Europa medieval los típicos planos cerrados de las caras de los
dos protas para dar un ambiente íntimo. Como si eso convenciese a alguien.
Todas las razones por las cuales esta película podría haber sido interesante
(Que no buena) han sido deliberadamente tiradas a la basura en beneficio del
purismo americano. Resulta difícil encontrar una sola cosa buena de esta
película. Quizás los planos aéreos de Seattle y con eso lo digo todo. Si, lo
único bueno de una película concebida para ser porno suave son sus planos aéreos,
háganse a la idea.
Pero claro, parece un poco nazi
criticar este tipo de cosas, por aquello de la liberación sexual de la mujer y
el poder de la vagina. ¿Pero que es en el fondo "50 Sombras de Grey"?
La historia de un acosador, que no tiene ningún reparo en seguir a su víctima
allá donde vaya, de meterse en su casa, de invadir sus espacio de trabajo y de
prohibirle bajo contrato escrito (Ojo cuidado, que esto se pone turbio y
oscuro) a no engordar, no verse con otros hombres y mantenerse exactamente como
él quiere para que pueda calzársela cuando le plazca. Y por mucho que la
señorita Taylor-Johnson le quiera dar un lavado de cara a la novela, el mensaje
sigue siendo el mismo.
No hay romanticismo, no hay
erotismo y en definitiva no hay nada aprovechable. Solo cuerpos desnudos con
sus partes pudendas cuidadosamente disimuladas fuera de cámara contando una
historia no solo mala, sino destructiva. Porque una cosa es que este proyecto
lo hubiese pillado Darren Arnofsky y lo hubiese hecho a su manera malrollista.
Pero es que la muy canalla de la directora te lo va a hacer pasar por algo
bonito para ver con tu pareja el día de los enamorados. Si quieres ver algo
romántico búscate una buena peli, que aunque escasas en el género, las hay. Y
si quieres ponerte cachondo prueba a teclear "porno" en tu buscador
de "Google", las posibilidades te abrumaran y no tirarás el dinero.
Nota: 1/10
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