LOST RIVER
Dirección: Ryan Gosling
Reparto: Iain de Caestecker, Saorise Ronan, Christina
Hendrix, Ben Mendelsohn, Eva Mendes, Matt Smith, Reda Kateb, Barbara Steele,
Torrey Wigfield
Después de ver "Lost
River" agrada darse cuenta de que Ryan Gosling ha aprendido algo de los
directores con los que ha trabajado. Concretamente de Nicholas Winding Refn, y
es que a veces la historia solo es algo secundario, un mero pilar sobre el que
se tiene que construir un complejo andamio donde la fotografía, la banda sonora
y la forma de grabar acabaran haciendo que una historia poco atractiva acaba
siendo realmente interesante. Todo un ejercicio de ensayo para un primerizo
como Gosling al que la jugada no le ha salido muy rentable, a pesar de que su
cinta tiene una indudable calidad.
La historia base de "Lost
River" es sencilla. Oscura, exagerada, con un gran tinte onírico, pero
sencilla. Es la forma que tiene Gosling de contarla lo que la hace realmente
interesante. "Lost River"
sumerge al espectador en un ambiente cargado de referencias al cine de David
Lynch, de colores chillones, de neón, de arboles húmedos y vetustos. Un pequeño
sub mundo que se enrarece a medida que se profundiza en el. Un pequeño extracto
de la sociedad donde lugares concretos se erigen como ejes vertebradores de una
historia tan enrarecida que uno saldrá del cine con la completa convicción de
que no ha pillado todo lo que la película quería contarle. Pero resulta
agradable contemplar como Gosling no tienen ningún tipo de pretensión de
intentar explicar lo que significa, el espectador recoge las piezas y se monta
su propio puzle.
¿Pero cómo consigue Gosling este
curioso efecto embudo en el espectador? Mediante el selecto cuidado de todos y
cada uno de los aspectos de cada toma y cada plano. los movimientos de cámara
alternan los travellings cuidados milimétricamente con descuidados movimientos
de cámara, junto con tomas en slow motion e incluso grabaciones en vertical. Un
estilo próximo al de Terry Gilliam, del que ya sabemos que le van también este
tipo de fregados. En definitiva un estilo de grabación rompedor, que descoloca
y que consigue un efecto de gran potencia en el espectador. La banda sonora de
Johnny Jewel, que ya había colaborado en el departamento musical de "Drive"
queda marcado a fuego por su colaboración con Cliff Martinez, y en la banda
sonora podremos encontrar pistas de grupos como "The Chromatics". Una
banda sonora cargada de sintetizador, de música electrónica, de canto
fantasmagórico y de un ritmo que incita a tomarse las cosas con calma y a
dejarse sumergirse en esa atmósfera onírica tan bien conseguida.
Y resulta chocante, casi
increíble, que este tan complejo ejercicio de estilo venga de parte de un
director novel como Ryan Gosling. Que esta gran cantidad de novedades, de saltos
al vacio, de planteamientos arriesgados y de ganas de romper los
convencionalismos venga de un tipo que se acaba de iniciar en la dirección.
Sangre joven lo llaman algunos, sangre joven a la que le han negado la
proyección de su película en la gran mayoría de salas, sangre joven que muy
posiblemente haya realizado su primer y última película a causa de el escaso
presupuesto que ha conseguido. La víctima de un sistema que destroza a todos
aquellos que se muestran reticentes a pasar por el aro.
Así que gracias Hollywood, has cortado la cabeza de la
serpiente, una serpiente que en el futuro podría haber puesto muchos y muy
interesantes huevos. Solo puedo decir que ojalá, ojalá Ryan Gosling se recupere
de esta somanta de palos que le han dado, se levante y se ponga de nuevos manos
a la obra. Que deje de ser el guapito mojabragas a manos de directores
incompetentes que el mismo sabe que no es, porque está destinado a cosas
mayores, porque ha demostrado que puede crear algo mejor que todos ellos, que
puede dejar de pavonearse entre bambalinas y dejar de ser el chico guapo de
Hollywwod para convertirse en lo que realmente es: un artista.
Nota:8/10
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