ANT-MAN
Dirección:
Peyton Reed
Reparto:
Paul Rudd, Michael Douglas, Corey Stoll, Evangeline Lilly, Michael
Peña, Bobby Cannavale, Judy Greer, Anthonie Mackie.
Imagínense
a un niño mimado el día de navidad. Un niño acostumbrado a obtener
todo lo que pide en cuantiosas cantidades con tan solo chasquear los
dedos. Ese niño acaba el día rodeado de caros y lujosos juguetes.
Juguetes con los que ha jugado una sola vez y que inmediatamente ha
dejado en el rincón. La cantidad y la ausencia de un tiempo de
espera provoca a la larga una devaluación del producto, no solo por
la repetición, sino por el valor que se le puede llegar a dar a
nivel de entretenimiento y la inevitable saturación consecuente. De
este modo, el niño mimado acaba dejando de lado todos esos caros
cachivaches y termina aplastando papel de burbujas del embalaje del
regalo, un entretenimiento simple pero que nunca muere.
Ahora imaginemos que ese niño mimado es el público de las películas
de superheroes, y que esos padres mimados se llaman Marvel y DC, y
que esas curiosas vacaciones de navidad ya llevan durando unos
cuantos años. Y ahora imaginemos la carta de los reyes magos del
susodicho niño (siguiendo con el símil) Pues eso: Vengadores, Iron
Man y toda esa panda de cachas embutidos en licra que se toman muy
enserio eso de salvar al mundo. Pero al final del día, ¿Con que se
lo pasa realmente bien el niño? Pues con lo simple, lo gracioso y lo
no pretenciosos, ese papel de burbujas que el año pasado se
materializo con la divertida “Guardianes de la Galaxia” y que
este año tiene su replica con “Ant-man” es decir, películas que
Marvel que no se toman en serio ni a si mismas, pero que mira por
donde, acaban entreteniendo mucho más que todas esas
macroproducciones donde salvar el mundo (Y la taquilla) es un asunto
de vida o muerte.
Se
trata de una nueva fórmula que inevitablemente divide la gran
factoría de superheroes en 2 corrientes contrapuestas. Por un lado,
el capi M'urica reventando pechos y frunciendo el ceño, y por otro
lado a Star Lord bailando al estilo ochentero contra las fuerzas del
mal. ¿Con cual nos quedamos? Una cosa está clara, si nos queremos
poner serios, oscuros y psicológicos, DC lleva una gran ventaja. Lo
que le deja a Marvel una única salida, ir evolucionando
progresivamente a un nuevo género de comedia ligera donde la risa
pueda más que la acción y los efectos visuales.
“Ant-Man”
resulta ser una agradable pionera de este segundo grupo emergente.
Una película que si bien sigue teniendo sus buenas dosis de drama
heroico y guión abochornante, sabe jugar con sus puntos de humor y
sabe contar una historia de manera dinámica, ligera y divertida. No
es casualidad que la cinta esté protagonizada por Paul Rudd, que
hasta el momento solo había hecho apariciones en comedias románticas
de poca monta o en la serie Friends. Del mismo modo que Marvel en su
día ya captó a Robert Redford, en esta ocasión la veteranía
vienen de mano de Michael Douglas, que tiene un rol sorprendentemente
relevante en la película a pesar de que no está para muchos trotes.
Corey Stoll, después de pasar por series como “House of Cards” o
“The Strain” hace de villano al estilo clásico, con malvadas
carcajadas, discursitos y frases que pasarán a la historia como “Tu
sola existencia me irrita” y cosas por el estilo, todo un show.
Así
que en definitiva podemos decir que “Ant-Man” hace a la par de
película de superheroes como de comedia ligera, y añade pequeños
gags a la imaginería del superheroe que hacen que toda esa
abochornante fase 2 de Marvel sea un guiso más fácilmente
digerible. ¿Cuanto de esto llegará a la Fase 3? No sabría decir.
Lo que si que me atrevo a aventurar es que de aquí a unos años el
público estará mas que harto de ver tanto superheroe suelto, y que
entonces las formulas clásicas de generar tensión ya no surtirán
los mismos efectos que antes. Que cuando los vengadores tengan que
salvar el mundo por decimoquinta vez ya no será lo mismo que la
primera vez que se pusieron manos a la obra, y entonces ¿Que
quedará? Pues películas como “Guardianes de la Galaxia” o
“Ant-Man”. Películas que parten de la base de que intentar dar
toques épicos a una trama como la suya y con personajes como los
suyos es algo absurdo, pretenciosos y que cansa. Si se parte de una
historia sin sentido alguno ¿Porque no abrazar ese sinsentido y
pasárselo bien?
Nota:
5/10
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