Magnolia

"No dejes que nadie te diga que no tienes que arrepentirte de nada. No los dejes . ¡No! Te arrepientes de la mierda que te dé la gana. Úsalo. Úsalo. Usa ese remordimiento para lo que te dé la gana, de la forma que quieras. Lo puedes usar. Oh Dios mío, es un camino largo y sin meta, una pequeña historia final. Digo...amor, amor, amor. Esta jodida vida...Oh, es jodidamente difícil. Es tan larga. La vida no es corta, es larga. Es larga maldita sea."

miércoles, 29 de julio de 2015

ANT-MAN
Dirección: Peyton Reed
Reparto: Paul Rudd, Michael Douglas, Corey Stoll, Evangeline Lilly, Michael Peña, Bobby Cannavale, Judy Greer, Anthonie Mackie.

Imagínense a un niño mimado el día de navidad. Un niño acostumbrado a obtener todo lo que pide en cuantiosas cantidades con tan solo chasquear los dedos. Ese niño acaba el día rodeado de caros y lujosos juguetes. Juguetes con los que ha jugado una sola vez y que inmediatamente ha dejado en el rincón. La cantidad y la ausencia de un tiempo de espera provoca a la larga una devaluación del producto, no solo por la repetición, sino por el valor que se le puede llegar a dar a nivel de entretenimiento y la inevitable saturación consecuente. De este modo, el niño mimado acaba dejando de lado todos esos caros cachivaches y termina aplastando papel de burbujas del embalaje del regalo, un entretenimiento simple pero que nunca muere.

Ahora imaginemos que ese niño mimado es el público de las películas de superheroes, y que esos padres mimados se llaman Marvel y DC, y que esas curiosas vacaciones de navidad ya llevan durando unos cuantos años. Y ahora imaginemos la carta de los reyes magos del susodicho niño (siguiendo con el símil) Pues eso: Vengadores, Iron Man y toda esa panda de cachas embutidos en licra que se toman muy enserio eso de salvar al mundo. Pero al final del día, ¿Con que se lo pasa realmente bien el niño? Pues con lo simple, lo gracioso y lo no pretenciosos, ese papel de burbujas que el año pasado se materializo con la divertida “Guardianes de la Galaxia” y que este año tiene su replica con “Ant-man” es decir, películas que Marvel que no se toman en serio ni a si mismas, pero que mira por donde, acaban entreteniendo mucho más que todas esas macroproducciones donde salvar el mundo (Y la taquilla) es un asunto de vida o muerte.

Se trata de una nueva fórmula que inevitablemente divide la gran factoría de superheroes en 2 corrientes contrapuestas. Por un lado, el capi M'urica reventando pechos y frunciendo el ceño, y por otro lado a Star Lord bailando al estilo ochentero contra las fuerzas del mal. ¿Con cual nos quedamos? Una cosa está clara, si nos queremos poner serios, oscuros y psicológicos, DC lleva una gran ventaja. Lo que le deja a Marvel una única salida, ir evolucionando progresivamente a un nuevo género de comedia ligera donde la risa pueda más que la acción y los efectos visuales.

“Ant-Man” resulta ser una agradable pionera de este segundo grupo emergente. Una película que si bien sigue teniendo sus buenas dosis de drama heroico y guión abochornante, sabe jugar con sus puntos de humor y sabe contar una historia de manera dinámica, ligera y divertida. No es casualidad que la cinta esté protagonizada por Paul Rudd, que hasta el momento solo había hecho apariciones en comedias románticas de poca monta o en la serie Friends. Del mismo modo que Marvel en su día ya captó a Robert Redford, en esta ocasión la veteranía vienen de mano de Michael Douglas, que tiene un rol sorprendentemente relevante en la película a pesar de que no está para muchos trotes. Corey Stoll, después de pasar por series como “House of Cards” o “The Strain” hace de villano al estilo clásico, con malvadas carcajadas, discursitos y frases que pasarán a la historia como “Tu sola existencia me irrita” y cosas por el estilo, todo un show.

Así que en definitiva podemos decir que “Ant-Man” hace a la par de película de superheroes como de comedia ligera, y añade pequeños gags a la imaginería del superheroe que hacen que toda esa abochornante fase 2 de Marvel sea un guiso más fácilmente digerible. ¿Cuanto de esto llegará a la Fase 3? No sabría decir. Lo que si que me atrevo a aventurar es que de aquí a unos años el público estará mas que harto de ver tanto superheroe suelto, y que entonces las formulas clásicas de generar tensión ya no surtirán los mismos efectos que antes. Que cuando los vengadores tengan que salvar el mundo por decimoquinta vez ya no será lo mismo que la primera vez que se pusieron manos a la obra, y entonces ¿Que quedará? Pues películas como “Guardianes de la Galaxia” o “Ant-Man”. Películas que parten de la base de que intentar dar toques épicos a una trama como la suya y con personajes como los suyos es algo absurdo, pretenciosos y que cansa. Si se parte de una historia sin sentido alguno ¿Porque no abrazar ese sinsentido y pasárselo bien?


Nota: 5/10

jueves, 23 de julio de 2015

DEL REVÉS (INSIDE OUT)
Dirección: Pete Docter, Ronaldo del Carmen
Reparto: (Voces) Amy Poheler, Phylis Smith, Richar Kind, Bill Halder, Lewis Black, Mindy Kaling, Kaitlyn Dias, Diane Lane, Kyle MacLachlan.

Nunca he sido especialmente devoto de Pixar, “Buscando a Nemo” y “Cars” siempre me parecieron películas bastante flojas y la segunda mitad de “Wall-e” me pareció una completa basura. Además, gusto de recordar a los forofos que “Cars 2” y “Brave” siempre serán manchas imborrables en la filmografía de esta curiosa compañía. No obstante, hubo películas de Pixar que si me llegaron a la patata, esa fascinante “Bichos” o esa trepidante “Los Increibles” de Brad Bird. Aunque siempre reserve el título de joyas de la Corona a esas magistrales “Toy Story” (Aunque decreciendo en cada una de sus entregas) y la que posiblemente sea mi película favorita de Pixar: “Monstruos S.A.”

Detrás de estos últimos títulos, se encuentra la figura del personaje más brillante de la compañía y del mundo de la animación en los últimos años con el permiso de Hayao Miyazaki: Pete Docter, que acaba de dirigir la mejor película de Pixar de todos los tiempos. Con un corto más bien aburrido, da la bienvenida esta magistral “Inside Out” una película con la que Pixar ha llevado al extremo su filosofía de que una película de animación incipientemente orientada a un público infantil no tiene porque cerrar las puertas a un publico mayor sino que puede aprovechar la experiencia de este grupo que acompaña a los peques al cine para hacer un producto audiovisual redondo, sin fisuras, educativo, exquisitamente divertido, emotivo y profundo a nivel humano.

¿Y funciona esa política de no cerrar las puertas a ninguna audiencia? Vaya que si funciona, “Inside Out” nos demuestra constantemente a lo largo de su escasa hora y media de duración que los peques no son tan ingenuos como parecen y pueden lidiar con conceptos mentales, abstractos y de inteligencia emocional. Y por la otra vertiente nos recuerda que nadie es lo suficientemente mayor y aburrido como para no reírse con una buena payasada o como para no conmoverse con algo trivial e infantil. Los padres se convertirán en niños y los hijos recibirán la lección de su vida, y si la próxima vez que haya un conflicto son capaces de imaginarse a esos simpáticos muñecos en su cabeza guiando su acción, la película habrá hecho su trabajo.

Y es que además de educativa la película no podría ser más divertida, haciendo hincapié en todas esas ideas que nos alborotan la cabeza pero nunca expresamos, “Inside Out” consigue ser una comedia sobresaliente en la que fácilmente nos reiremos como auténticos críos. Ya sea con el desternillante gag del “Triple Dental”, con los borradores de recuerdos aspirando los 4 años de lecciones de piano, con el recuerdo recurrente del piloto brasileño o con esas sublimes escenas de créditos con las que puedo asegurar me reí como hacia tiempo que no me reía en una sala de cine.

Ambivalencia de públicos y un gran sentido del humor, pero ¿Cuales son el resto de claves de esta obra maestra? En primer lugar su profundidad, su capacidad de presentar conceptos complejos con un lenguaje accesible y liviano. En segundo lugar su rigurosidad científica. Como el mismo Docter afirmó, la película fue asesorada por un grupo de psicólogos y expertos del lenguaje emocional, lo que hace que las acciones de los simpáticos muñecos tengan una significación especial tremendamente acertada y coherente. En tercer lugar, sus continuos giros entre comedia y drama. Una forma voraz de despistar al espectador que si baja la guardia lo mismo reirá a carcajadas como llorara a moco tendido con determinadas escenas. Y en cuarto y último lugar pero no menos importante, esa fuerza subyacente que rodea a la película que le hace al espectador plantearse cuales son sus “islas de la personalidad”, reunir los valores familiares y apostar por un mensaje positivo de cara al mundo usando la complejidad del conjunto de todas sus facetas emocionales.

“Inside Out” es en definitiva, una joya del cine de animación y una joya del séptimo arte. Una película recomendable para ir a ver en cualquier circunstancia y en compañía de cualquiera. Una película tan redonda, amable y profunda que es imposible no salir del cine esbozando una sonrisa. Una película que recomendarás y que pondrás una y otra vez a tus familiares de menor edad con la excusa de poder volverla a ver una y otra vez. Un verdadero tesoro para la vista, la mejor película de Pixar de todos los tiempos y un hito en el cine de animación que será recordado durante décadas. Un recuerdo de hora y media que adquirirá un intenso color amarillo y será almacenado en nuestra central para repetirlo una y otra vez durante mucho tiempo.


Nota: 10/10

miércoles, 22 de julio de 2015

TERMINATOR GENESIS
Dirección: Alan Taylor
Reparto: Arnold Schwarzenegger, Emilia Clarke, Jason Clarke, Jai Courtney, J.K. Simmons, Matt Smith.

Es de todos bien sabido, que la diferencia cualitativa entre un buen actor y uno mediocre no solo reside en la calidad de su actuación, sino también en la intención del mismo de poder tocar varios registros y no limitarse a uno dentro de su zona de confort. Esta intención de experimentar, dota al actor de un abanico más amplio de películas en las que poder trabajar y al final acaba salvándole de un futuro aciago. Por eso no es de extrañar que a sus 68 años, Arnold siga haciendo el mismo tipo de películas que hacia en los 70, lo que le lleva inevitablemente a un desgaste físico y a la dura y absoluta realidad de que la salud no es eterna y que lo que no se puede mostrar con actores, se mostrara con efectos visuales.

“Terminator Genesis” es una secuela cogida por pinzas, donde prácticamente todo lo que vemos carece de sentido alguno, desde las actuaciones y los diálogos de los personajes hasta la intrincada, ambigua e indescifrable trama. Uno se imagina a los guionistas de la película con el encargo de escribir una entrega más de la saga Terminator en su habitación, mordiendo la punta de sus lápices y mirándose unos entre otros diciendo “Ya está todo escrito, no hay más”. Y el típico dirigente mandamás apareciendo por la sala y soltando algo del estilo “Me importa tres cojones que no tenga sentido, inventaros alguna mierda” Y de ese modo uno se planta en la sala, intenta comprender algo de lo que le están contando y se encuentra con Arnold soltándole un monologo sobre viajes en el tiempo, fracturas cuánticas y realidades paralelas. Un fregao muy poco apetecible, carente de sentido y el mínimo rigor científico y del que el espectador acabará pasando y diciendo, bueno oye, por lo menos habrá tiros porque no entiendo nada de lo que me están contando.

Aunque lo verdaderamente criminal de la película es su planteamiento. Al margen de los viajes en el tiempo, los monosílabos de Arnold y todas esas míticas frases (Sayonara Baby, Volveré), la esencia de la saga Terminator siempre había sido una, las situaciones en las que el robot venido del futuro se encontraba con personas del mundo real, una escenas que rozaban por igual los términos de escalofriante e hilarante. Así podíamos ver a un sueco de 2 metros y 150 kilos entra en un bar de carretera de la América profunda, o dar una paliza a unos punks en un mirador de L.A. En “Terminator Genesis” se pierde completamente esa interacción con los personajes reales, además de que lo que en anteriores entregas era una persecución en la que realmente lo pasabas mal por los protagonistas, ahora se reduce a una pelea mastodóntica con demasiados efectos especiales.

Y de este modo llegamos a la pregunta troncal de esta cuestión: ¿Que les parecerá “Terminator Genesis” a los fans de la saga Terminator? Si hacemos un repaso rápido por las anteriores entregas nos damos cuenta que las carencias que se le achacan a la nueva entrega vienen de mucho antes. Esa perdida de la esencia ochentera que ya vimos en “Terminator Salvation” y ese desgaste de la idea que ya vimos en “Terminator 3” y en mayor medida en “Las crónicas de Sarah Connor”. Puede que esta nueva entrega guste a los fans dados sus continuos guiños y porque nunca está de más ver a las viejas glorias desempolvarse los zapatos y repartir un par de leches. Pero algo está muy claro, y es que “Terminator Genesis” es una película insultantemente mala, En idea, ejecución y resultado.

¿Podemos culpar a Arnie de tal batacazo? Por supuesto que no, en medio de esta brutal industria del remake y las segundas, terceras y cuartas partes divididas en dos entregas, la saga Terminator resulta el menor de los males. Pero como no, una vez más nos hace reflexionar sobre donde esta la fina linea que separa en una producción el ámbito artístico del ámbito estrictamente comercial. Y que nos viene a decir en definitiva, que algunos caballos de carreras ya han corrido demasiado y deberían tomarse un descanso para no acabar rendidos en el terreno de juego. Que muchas veces merece la pena dejar al caballo en paz, dejando de ganar algunos dolares, con tal de no verle humillado, abucheado y sin decencia, a los pies de una marea de gente que lo critica sin piedad por no ser el de antes.


Nota: 2/10