LA
VISITA
Dirección:
M. Night Shyamalan
Reparto:
Olivia DeJonge, Ed Oxenbould, Deanna Dunagan, Peter McRobbie, Kathryn
Hann.
Las
cosas claras para no herir sentimientos. Servidor nunca ha sido ni
será adorador de Shyamalan. Mientras unos se echaban las manos a la
cabeza por la estrepitosa caída al vació de la fama del director
desde 2008, uno no podía sino preguntarles: ¿Por qué os extraña
tanto? Pues nunca consideré a Shyamalan como un director a tener en
cuenta. Esas películas que la gente tanto idolatró y que
catapultaron al director a la fama poniéndole en la boca proyectos
como Indiana Jones o Harry Potter nunca me parecieron para tanto. “El
Sexto sentido” esa película cargada de tópicos con un final que
aparentemente a todo quisqui sorprendió, aunque en mi caso produjo
la misma sorpresa que la de ver que en toda película de terror el
negro muere en primero. “Señales” Ese intento barato de ponernos
religiosos y mesiánicos tratando la locura y la demencia de una
manera bochornosa y con aliens de por medio. La única película que
verdaderamente me gustó de Shyamalan fue “El Bosque”, donde
realmente el final llegaba a sorprenderte.
Los
siguientes años del director son por todos conocidos. Todo empezó a
torcerse con “La Joven del Agua”, luego llegó “El Incidente”
y uno ya olía la mierda delante de su jeto. Y luego llego la traca
final que dinamito la fama de pavo en cuestión: “El Último
Airbender” o “Como ciscarse en los antepasados de los creadores
del anime Avatar” y por supuesto, que redoblen los tambores y
suenen las trompetas, ¡tatatachan!: “After Earth” también
conocida como esa película en la que el nombre del director no
aparece por ningún lado. Como si fuese un bochornoso video de
Youtube en el que sales haciendo el idiota y quisieras desvincularte
de el para que no lo vean en tus entrevistas de trabajo.
Así
que cuando recibes la noticia de que Shyamalan ha vuelto al terror y
que además prepara una película grabada con falsa cámara casera a
uno le pica la curiosidad. En primer lugar, ves que no hay ningún
actor conocido en el reparto, que se ha grabado casi exclusivamente
en una casa y que en definitivas cuentas, le ha salido por cuatro
duros. En otras palabras, con esa pinta de Oompa Loompa juguetón con
cara de no haber roto un plato en su vida ya nadie se fía de el, de
modo que busca sus redención en formato de low-cost. ¿Le sale bien
la jugada? Vamos a averiguarlo.
“La
Visita” es una película ecléctica, que decide tomar prestados
elementos del cine de terror pero que a la vez rompe constantemente
su tensión mediante los elementos más puros y abundantes del video
de cámara casera, aportando un realismo que aumenta la tensión
vital al ver el filme. Esto claro, tiene su ventajas pero también
sus inconvenientes. Pasar de la risa al llanto continuamente en una
película de terror no esta nada mal porque así te pilla
desprevenido, pero lo malo es que al fin y al cabo, te estas riendo,
lo que quiere decir que la atmósfera no esta muy bien construida. Es
decir, “La Visita” no da miedo salvo en contadas ocasiones. Se
vale de elementos muy efectivos para crear a lo largo de la película
un par de momentos escalofriantes, pero el resto del metraje se
resiente, buscando un estilo indefinido y creando una historia en
apariencia compleja que acaba resultado mas simple que hacer la O con
un canuto.
Shyalaman
engaña, a pesar de que el desenlace una vez más estaba cantado,
pues no puede evitar colocar a lo largo del filme pequeñas pistas
para un público despistado que al espectador lince le revelan el
meollo de la película 40 minutos antes de acabar. Y a pesar de que
la película no sea para nada brillante ni de demasiado miedo,
presenta una serie de virtudes únicas. En primer lugar, Shyamalan
consigue una vez más crear un producto desvinculado de la tendencia
dominante. A pesar de que acaben presentado los mismos topicazos que
sus hermanas de género, finalmente la película te acaba dejando un
sabor de boca diferente, como si te metiesen entre pecho y espalda la
misma mierda pero con un emplatado más original y vanguardista. Y en
segundo lugar, no deja de ser una experiencia nueva, tal vez no de
gran calidad, pero uno sale de la película y se pregunta ¿Que
cojones he visto?. Es esa indecisión, la de no saber si reír a
carcajada limpia o llorar bajo la mantita, la que hace que “La
Visita” por mucho que nos pese, merezca la pena ser visionada en el
cine. ¿Hasta que punto le ha salido bien la jugada a Shyamalan?
Desde luego no ha hecho una buena película, pero ha conseguido que
se vuelva a hablar de el, y ya saben lo que dicen de la mala
publicidad, y sino que le pregunten a Miley Cyrus y a su inflada
cartera.
Nota:
4/10
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